Hombres, mujeres y niños danzaron al son del pingullo y del tambor durante el fin de semana en Cotocollao.
El viernes a las 19h00 se dio inicio a la Yumbada, con el antialbazo, o saludo a la Pacha Mama, la visita a los priostes, la quema del castillo, acompañadas de música y baile.
La administración municipal La Delicia, hace seis años se encargó de rescatar a los yumbos esta danza preincaica. Según Susana Dávila, Directora Cultural, el objetivo es recuperar y dar a conocer las costumbres autóctonas.
Pedro Morales, el cabecilla del grupo, comentó: “quiero que sepan lo que somos, para que valoremos nuestro patrimonio”.
José Simbaña, uno de los participantes se hace llamar ‘Cayambe’ como el volcán del norte y dijo que según la tradición, el nombre lo toman de un monte, el cual es su protector.
Los atuendos que visten los danzantes son confeccionados por ellos y lo hacen con devoción, así los monos, yumbos, mates son la expresión de respeto y solemnidad, cargo o puesto que se transmite por herencia.
En la vestimenta cada accesorio tiene su propio significado. El mate representa al trueno, la chonta o lanza, significa la unión del cielo con la tierra además representa la vitalidad del danzante.
Según indicó la esposa del cabecilla la representación del personaje debe realizarse con seriedad y respeto, caso contrario son castigados por el monte.
La Yumbada, fiesta ancestral, es propia de los sitios o comarcas de Tulipe en las afueras de Quito.
Fusión
Cerca del mediodía del domingo, mientras se celebraba la misa campal de Corpus Cristi, junto a los fieles danzaban los yumbos, en agradecimiento a la Paccha Mama, por las cosechas abundantes que les permite realizar el intercambio de productos.
La clara demostración de la mezcla de culturas se vio reflejada en la presencia de San Sebastián como patrono de los Yumbada, que según José Simbaña, se une al ‘Taita’ Monte, a la luna y al sol para proteger a los creyentes.
La Jocha
Alrededor de las 14:00 el baile al ritmo del ‘Mamaco’, que toca el bombo y el pingullo, dio apertura a la preparación de la ‘La Jocha’, mesa comunal donde los yumbos junto a sus familiares compartieron granos, cuyes, frutas y canelazos.
El Ritual de la Matanza
Susana Dávila comenta que la matanza se remonta a la época de la invasión incaica y la conquista española, donde el indígena se unió al invasor para atacar a su propia gente.
El espíritu guerrero se despierta en defensa de su tierra y la familia. El yumbo armado de su lanza se enfrenta en mortal combate. El traidor es castigado y muerto, pero la generosidad del vencedor perdona y en ritual de las lanzas le devuelve la vida.